nostalgia.
(Del gr. νόστος, regreso, y -algia).
1. f. Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos.
2. f. Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida
¿Te acuerdas nena?
Un día te llevé a la Casa del Lago, en ese entonces daban talleres para niños los fines de semana. De casualidad vimos un letrero que anunciaba un concierto gratis y pues con esa palabra mágica, nos metimos a ver qué había.
Era un cantante peruano del que no habíamos oído hablar antes. Desde que empezó a cantar te quedaste fascinada con su voz, por ese entonces debes haber tenido cuatro o cinco añitos apenas. Estábamos sentadas muy cerca del escenario y él te miró. Debió haberle sorprendido que una niña tan pequeña estuviera tan atenta y bien portada. Prácticamente te dedicó toda la siguiente canción -creo que era "Bonzo"- porque te miraba y te sonreía mientras cantaba, a la vez que las lágrimas rodaban por tus mejillas, tan conmovida estabas.
Sólo encontré este video de él, pero espero que el recuerdo y la dulzura de su voz te digan lo que en palabras no puedo, pero que en tu corazón sabes.
Te amo.
11 comentarios:
Y nosotros aquí de metiches, nomás enterneciéndonos toditos…
ay chingao, me toca llorar mientras trabajo...te odio...
no, no es cierto gaby de mi corazòn, claro que me acuerdo, me acuerdo y chillo, y te extraño cada vez màs...
chingao chingao chingao
ay vengo del blog de irene, de metiche* sorry..pero ayy me hizo echar las lágrimillas.
Saludos :)
Es curioso cómo anécdotas ajenas pueden conmover a desconocidos. Te mando un beso Gaby y otro a Irene
ya me hicieron llorar :(
--- NO COMMENTS ---
(El insensible que chilla en la oficina ataca de nuevo)
Sniff... amiga, ¿cómo carajo no quieres que te admiremos?
ah, tu header està de poquìsima!!! (y ya dejè de chillar)
y gracias a eva en la luna ;)
¡Ah jijo!
¡Años de no leer a Doña Brunilda!
¿Cómo va señora?
Besos a todas las que escriben.
Gracias a todos (as) por compartir con nosotras:-)
Y no Chila, no están de metiches. Yo soy la que debe disculparse por estas exhibiciones públicas e impúdicas de sentimientos tan cabrones. En mi defensa sólo puedo decir que la Irenita empezó.
Publicar un comentario